RESISTENCIA INDIGENA Y RECONSTRUCCION DE LAS IDENTIDADES COLECTIVAS.
REALIDAD DE LOS PUEBLOS INDIGENAS EN EL REINO DEL TAWANTISUYANO.
Quiero empezar revisando de manera general la realidad de los pueblos indígenas en la época del Tawaintisuyu, es decir una realidad que comprende entre los siglos XII hasta mediados del XVI un Estado que se extendía desde la actual Bolivia, Perú, Ecuador, norte de Chile y Argentina hasta el sur de Colombia, en este continente dice Reinaga“ la vida de los pueblos indígenas estaba centralizado en una organización denominada TAWAINTISUYU formado por cuatro regiones Kollasuyu, Chinchasuyu, Antisuyu, y Cuntisuyu, en este nadie se sintió rey de la creación o amo de las plantas, animales, tierras, ni humanos, se adoraba a las fuerzas reales que nos crearon y nos mantienen. Nuestro padre es el Inti (sol) y nuestra mama la Pachamama, nuestro padre sol no tiene su opuesto enemigo en la luna ni en la tierra sino que son sus complementos, es decir todo dependemos de todos, la vida era la unidad armónica, tierra, bosques ríos, peces, rebaños, nubes, todo era comunal de todos en general de nadie en particular, el Tawaintisuyu no conoció personas ni sector viviendo y gozando del trabajo ajeno la acumulación privada fue desconocida e innecesaria. El gobierno del Tawaintisuyu se formaba naturalmente de abajo hacia arriba hasta formar el concejo de ancianos"[1] esta afirmación traslada nuestra imaginación hacia aquellas épocas y nos hace pensar cuan interesante debió ser la estructuración de un Estado denominado Tawaintisuyu, guiados por principios y cosmovisiones de los pueblos de aquella época.
Sin embargo muchos autores no coinciden con varias de estas afirmaciones y sostienen que existían diferencias y preferencias, como por ejemplo la institución social denominada “ayllu” estaban diferenciados por sus diversos tipos de cultivo en función de la ubicación de sus propiedades colectivas, y el que representa a esta institución denominado Kuraka solo tenia la responsabilidad de las acciones políticas y no de los trabajos agrícolas como el resto de los integrantes de los ayllu.
Sin embargo los intelectuales e historiadores no pueden negar la evidencias de una vida mas comunitaria en contraposición al sistema individualista, una relación mas armónica y equilibrada del hombre con la naturaleza en contraposición a una vida en la que el hombre se ha convertido en destructor de la naturaleza, de un sistema de organización social participativa y consensuada a un sistema represivo o democrático representativo, etc.
El sistema de vida y organización de los pueblos del Tawaintisuyu ha generado como dice la investigadora ecuatoriana Iliana Almeida “una gran fascinación sobre los historiadores por su política bien estructurada, la calidad y variedad de sus trabajos artísticos y la originalidad de sus instituciones”[2]. Es evidente que fue un complejo sistema socio-político integrado por diversos pueblos y estructurados en base también a diversas formas de organización económica, social, política, espiritual, etc.
La estructura y las experiencias acumuladas en la época del Tawaintisuyu, tanto en el ámbito cultural, educativo, político, administrativo, económico, socio-organizativo, etc., fueron indispensables para la implementación del Estado Colonial y facilitó el proceso, como dice Galo Ramón “sirvió de base” ya que los “cambios introducidos no se operaron en un territorio vació…ellos debieron partir de los procesos acumulados y contar con las sociedades andinas”[3]
GENESIS DE LA RESISTENCIA Y LA TRANSFORMACION DE LAS IDENTIDADES COLECTIVAS
En 1492 “anocheció al medio día” cuando se produjo la invasión española e inicio el proceso de sometimiento y explotación de los pueblos indígenas en nombre y representación de la Corona Española, apoyada por la Iglesia. También se inicio un proceso de resistencia a través de la aplicación de varias estrategias diseñadas colectivamente por los pueblos indígenas, es decir empezó los 513 años de resistencia indígena una resistencia no estática sino dinámica en la que las movilizaciones, los levantamientos y sublevaciones estuvieron acompañados por propuestas de cambios frente al sistema colonial inhumano.
La “conquista española… estuvo determinada por las necesidades de desarrollo capitalista monopólico específicamente el incipiente capitalismo de la formación social española. Este proceso constituyó la transformación, disolución y readecuación de las estructuras tradicionales dominadas y la constitución de la sociedad colonial”[4] En aquellas épocas la Corona Española atravesaba una fuerte crisis social, política y económica y era indispensable para su sobrevivencia y fortalecimiento, invadir territorios y encontrar nuevos espacios que les permita romper el monopolio de algunos países y proveerse de algunos recursos necesarios, principalmente el oro y la plata.
Para este propósito los españoles diseñaron estrategias y organizaron grupos de aventureros colonizadores, por cierto integrado por personas de antecedentes personales nefastas, para incursionar en la búsqueda del nuevo mundo, y someter al dominio, la explotación y el saqueo de las riquezas.
Lograron su anhelado sueño llegaron a un continente rico en su diversidad cultural, en sus recursos naturales y en su sistema socio-político, en su espiritualidad, pero la ambición de riqueza, especialmente de oro y plata de los españoles impidió valorar la inmensa fortuna socio-cultural y política de los pueblos. Únicamente “La codicia por los tesoros enloqueció a los aventureros españoles y el afán de encontrarlos a cualquier precio, iniciaron la destrucción de nuestros pueblos con el aniquilamiento de la población indígena. Utilizaron los medios de guerra medievales probados en sus largas campañas bélicas, usaban armas poderosas, luchaban cubiertos de acero, montados en bríos caballos”[5]
Sin embargo estas acciones inhumanas de los invasores, no logro amedrentar a los pueblos indígenas; sucedió lo contrario, genero la “reacción de los pueblos ofendidos y se inicio una lucha desigual entre un pueblo entrenado para matar y otro que no concebía la muerte inútil”[6] Además, iniciaron una oposición sistemática, mediante las sublevaciones se demostró una resistencia y rechazo feroz a la presencia de los españoles por parte de los pueblos indígenas de la costa, sierra y oriente, encabezados por los principales lideres y guerreros tales como Rumiñahui, Quizquiz, Calicuchima, Soposopangui, etc, que junto al ejercito Inca lucharon por la defensa de la soberanía y los derechos de los pueblos.
No conformes con la matanza de pueblos enteros y saqueo de las riquezas, los españoles diseñaron nuevos sistemas de eliminación total de los pueblos mediante la implementación de un Estado colonial que logre la desaparición del proceso histórico, que desestructure la organización socio política, se elimine las formas de producción, la religión, los sabéres y practicas en diversos campos, los idiomas, etc.
Este sistema estaba sustentado en varias estructuras institucional denominadas encomienda, mita, obrajes, las reducciones, etc en la que mediante el trabajo inhumano y esclavizado de los indígenas, usufructuaron y saquearon las riquezas, además, como si la mano de obra indígena fuera poco, se impuso el pago de los tributos e impuestos a los amos por parte de los indígenas. ”Los españoles exigieron sistemas de imposición cada vez mayores debido a que cada comunidad debía completar el tributo fijado de antemano, sin tomar en cuenta las muertes, las fugas, las enfermedades”[7] para esto la organización española utilizaron intermediarios indígenas llamados caciques quienes formaban parte de la estrategia del dominio español y cobraban directamente los tributos de los indios y entregaban a los amos españoles, además, los caciques asumieron otras funciones como la de adoctrinamiento de los indios para facilitar el dominio y la explotación.
Los indios eran codiciados por su trabajo pero repudiados, maltratados, humillados y negados de sus derechos como seres humanos, solo esperaban de los indios trabajo y el pago de impuestos y tributos. Esta realidad inhumana obligo, en muchas de las ocasiones a que pueblos enteros huyan hacia las montañas inhóspitas, al suicidio individual y colectivo. Pero otros pueblos asumieron actitudes de sublevación en rechazo al despojo de las tierras, de las riquezas, de las mujeres, al maltrato, al cobro de tributo, a la explotación, etc; frente a esa actitud la respuesta española fue la tortura y asesinato de los indígenas y en especial de los líderes que encabezan el proceso de sublevación y resistencia.
Todo este proceso de explotación y genocidio continuo por aproximadamente tres siglos, después de este periodo se dio paso a un nuevo modelo de explotación y dominio, en la que los españoles realizan el traspaso del poder a los criollos es decir, se crea la Republica del Ecuador como una forma de lograr la independencia de España.
Sin embargo este acontecimiento histórico no cambio en lo mínimo la situación humillante ni mejoraron las condiciones de vida de los pueblos indígenas, continuaron las explotaciones, el despojo de las tierras, los trabajos inhumanos de los indígenas, el pago de los tributos, etc.
En este momento histórico se inicia el reto de la reconstrucción de las identidades colectivas de los pueblos indígenas, a pesar de las condiciones desfavorables para aquel propósito y las pocas posibilidades de éxito frente a un sistema republicano opresor y homogenizante.
PROCESO DE RECONSTRUCION DE LAS IDENTIDADES COLECTIVAS INDIGENAS
Cuando hablo de la reconstrucción de las identidades colectivas me refiero sobre la manera en que los pueblos indígenas iniciamos un proceso de auto identificación, autovaloración y autodeterminación y el reconocimiento también del otro, en este caso la sociedad blanca mestiza, como complemento de un Estado diverso pero unitario, sin embargo en este proceso de reconstrucción de las identidades colectivas la “ sociedad requiere de la existencia del “otro” para su proceso de identificación colectiva en algunas ocasiones ese “otro” tiene un referente concreto (en verdad existe) otras es solamente una invención de la sociedad que lo piensa”[8]
El reto en este proceso de reconstrucción de las identidades colectivas era precisamente avanzar hacia la constitución de un referente concreto de los pueblos indígenas, es decir que el Estado Ecuatoriano sepa y reconozca que existimos “en verdad” no solo en el imaginario colectivo caracterizado como pueblos salvajes, sino como verdaderos pueblos y nacionalidades históricas.
A pesar de la desafiante oposición a las imposiciones políticas y culturales y las autoridades coloniales, la integridad socio-cultural de nuestros pueblos quedo desestructurada y muchos de sus elementos desaparecieron.
Era el momento de no solo resistir y sublevarse, sino desde, una perspectiva de carácter más político, social y cultural complementar, fortalecer y reconstruir la lucha emprendida durante varios siglos, es decir hacer saber a la sociedad ecuatoriana y el mundo que existimos.
Los pueblos indígenas desde la década de los 20, auspiciado por los sindicatos campesinos se fueron estructurándose socio-organizativamente, luego la Federación Ecuatoriana de Indios, la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas. Ya en la década de los cincuenta y sesenta los indígenas asumen la dirigencia y inicia la estructuración de nuevos modelos organizativos con una visión de carácter político para viabilizar las propuestas para la transformación social y que garantice la justicia y equidad, en la que los pueblos indígenas y oprimidos tengamos los espacios de participación en las decisiones.
En la década de los setenta la estrategia organizativa se enfoca hacia la consolidación de los pueblos de la costa, sierra y oriente, en función de los principios, reivindicaciones y problemas propios de cada uno de las regiones y sus pueblos.
En la década de los ochenta se genera todo un debate sobre las identidades de los pueblos indígenas y se reafirma la identidad como pueblos y nacionalidades, además, se constituye la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, este acontecimiento representa la esperanza, la fortaleza y el inicio de otra etapa en la historia de los pueblos indígenas de todas la regiones de nuestro país, ya que su misión fue el fortalecimiento de las identidades de los pueblos para el ejercicio pleno de los derechos individuales y colectivos, y propugnar el desarrollo integral de la sociedad., etc.
No obstante como dice Galo Ramón que “hasta 1975 la reivindicación étnica no había aparecido en el debate político ecuatoriano. Ocultada, silenciada, conjurada para la tranquilidad de los poderes mestizos.
Sin embargo a partir de ello las cosas se pusieron calientes una revitalización étnica sin precedentes rompió el silencio. Comenzó a encontrar las categorías adecuadas para expresar con autonomía, Con fuerza”[9] sin embargo esta afirmación es debatida por otros autores, ya que si bien en el escenario global de la política ecuatoriana no se debatía el tema indígena, los debates y la acciones reivindicativas étnicas se desarrollaban en los niveles locales desde mucho mas antes en que el Partido Socialista apoyara a los campesinos para la estructuración de los sindicatos campesinos, Ya en la década de los veinte Dolores Cacuango una mujer indígena valerosa y luchadora planteaba la implementación de escuelas quichuas para dar educación a los niños indígenas como un mecanismo de reivindicación de la identidad y personalidad indígena.
Las nuevas realidades en las que incursiono los pueblos indígenas no fue fácil de sustentar, genero una serie de ambigüedades y confusiones al interior de los propios pueblos, de las propias organizaciones ya estructuradas, en la practica el fantasma del un sistema de organización campesina y clasista estaba aun presente y no permitía avanzar, e la misma forma lo rezagos de una experiencia inhumana, invadía en la conciencia colectiva un sentimiento de dependencia en el otro e impotencia de lograr los verdaderos cambios.
A pesar de aquello a través de la organización nacional estructurada, en base a las organizaciones regionales, provinciales y comunitarias, liderados por el sacrificio de hombres y mujeres, de manera participativa y consensuada fueron diseñando estrategias que nos posibiliten la revitalización de las identidades colectivas y la construcción de un Estado Plurinacional.
Los logros de este proceso han sido importantes, los pueblos han recuperado el derecho a la tierra, a la educación bilingüe intercultural, a vivir organizados de acuerdo a nuestra forma de hacer organización, a la participación activa en la vida política, a practicar nuestros conocimientos, a comunicarnos en nuestro idioma, a ejercer el derecho a nuestra participación política, etc.
En el año de 1990 en el Ecuador acontece un hecho histórico como es el Levantamiento Indígena Nacional y en el año de 1992 los pueblos de Pastaza realizan la marcha por la Vida, el levantamiento tenia el propósito de exigir 16 puntos estratégicos, pero de estos, el mas importante en términos políticos fue la propuesta de que el Ecuador sea declarado como un Estado Plurinacional y los pueblos del oriente lograron la firma de un acuerdo sobre el derecho a la tierra.
Los logros alcanzados no es suficiente, estos no han solucionado los problemas macros que el Estado tiene que enfrentar y las poblaciones tenemos que soportar; en los momentos actuales somos espectadores y en muchos casos participes del deterioro de la institucionalidad, la imagen y la soberanía del Estado ecuatoriano.
Vemos con tristeza las nuevas estrategias que se diseñan e implementan para el sometimiento de los pueblos a nuevas formas de dominación y explotación y exterminio de las identidades colectivas, principalmente indígenas, han atentado contra las estructuras de nuestras organizaciones históricas, han atentado contra nuestra educación intercultural bilingüe, han atentado contra nuestro proyecto político, y por ello consideramos importante revitalizar nuestras identidades y plantear nuevas propuestas de una transformación del Estado, los pueblos indígenas estamos convencidos de que esto será posible solo cuando suceda una transformación del Estado Monocultural, homogenizador y burgués a un Estado Plurinacional, Plurilingüe, democrático y justo.
EL ESTADO PLURINACIONAL
UNA PROPUESTA QUE SURGE DESDE LA RESISTENCIA INDIGENA PARA LA TRANSFORMACION INTEGRAL DE LA SOCIEDAD ECUATORIANA.
Los pueblos indígenas a partir de la invasión española, empezaron nuevos proceso y retos políticos, económicos, sociales y culturales, desde la posición de indios, bautizados “por un error del discurso y de la historia”[10] fueron avanzando en el proceso de reivindicación política y social, de indio luego se paso a lo campesino de lo campesino a indígena, un concepto que en la conciencia colectiva resultaba menos discriminativo y despectivo, sin embargo lo indígena aun seguía siendo insuficiente para identificar a un pueblo milenario con un cúmulo de experiencias, sabéres, cosmovisiones, idiomas, territorios, normas, principios, etc.
Entonces fue necesario incorporar nuevos conceptos y teorías, y formular un nuevo proyecto político desde la base de lo indio, lo indígena, hacia una realidad colectiva que permita ubicarse de mejor manera en el contexto nacional, es así que los pueblos indígenas se auto identifican y autodeterminan como pueblos y nacionalidades del Ecuador, y, lo mas valioso de este avance es el planteamiento de un proyecto político enfocado hacia la construcción de un Estado Plurinacional. En la actualidad convivimos diversas nacionalidades Indígenas Kichua, Shuar, Achuar, Siona, Secoya, Huaorani, Chachi, Awa, Tsachila, Cofan. Zaparo, Epera, además, de la Afroecuatoriana y la Blanca Mestiza.
Una propuesta colectiva revolucionaria surgida precisamente en base a una experiencia acumulada durante cinco siglos de resistencia al colonialismo y diversas formas de opresión y explotación, una propuesta anticolonialista, antiimperialista, antisegregacionista, que busca cambiar las estructuras del Estado Uninacional Burgués y pretende “garantizar el cumplimiento de nuestros derechos específicos tanto individuales y colectivos, y propugna el desarrollo armónico y equilibrado de toda la sociedad en un marco de paz, justicia, libertad, equidad y democracia”[11]
El avance en este sentido, resulta para los pueblos y nacionalidades indígenas, un logro significativo y una esperanza alentadora, constituye la máxima expresión de la identidad colectiva de los pueblos y nacionalidades que permitiría una convivencia social en igualdad de condiciones entre todos.
Pero también este proyecto político de construcción de un Estado Plurinacional en el Ecuador, produjo en la sociedad ecuatoriana reacciones impresionantes en los intelectuales, en los líderes políticos, es decir en distintos sectores de la sociedad, unos apoyando porque consideraban una alternativa valida para todos los ecuatorianos y otros atacando porque consideraban que se pretendía instaurar Estados paralelos. Se evidencio la posición radicalizada del poder hegemónico ecuatoriano, especialmente la derecha ecuatoriana, quien a través de campañas desleales obstaculizaron la incorporación de este proyecto en la Constitución Política del Estado ecuatoriano.” Aparecieron muy diversas reacciones, todo tipo de interpretaciones, grandes perplejidades, espectaculares deformaciones. En los extremos se situaron dos interpretaciones terriblemente diferenciadas, para unos había la clara certeza de que lo plurinacional era un proyecto separatista Indio… Para los indios, había una tergiversación de su planteamiento, no se consideraban separatistas, sino portadores de un proyecto beneficioso no solo para si mismos sino para el conjunto de las sociedades ecuatorianas”[12]
Para entender mejor el significado de este proyecto político es necesario recurrir a los planteamientos de los actores colectivos del mismo que formularon mediante un proceso participativo, encabezado por la CONAIE, quienes afirman que “La Plurinacionalidad se sustenta en la diversidad real e innegable de la existencia de las nacionalidades y pueblos de Ecuador como entidades económicas políticas y culturales diferenciadas.
La Plurinacionalidad propugna la igualdad, unidad y respeto reciprocidad y solidaridad de todas la nacionalidades y pueblos que conformamos el Ecuador. Reconoce el derecho de las nacionalidades a su territorio, autonomía política- administrativa interna, es decir su propio proceso de desarrollo económico, social, cultural, científico y tecnológico para garantizar el desarrollo de su identidad cultural y política y por ende el desarrollo integral del Estado Plurinacional.
En base a la igualdad, al reconocimiento de los derechos específicos, y a la unidad indisoluble de las Nacionalidades, es que se constituirá y consolidará el verdadero Estado Plurinacional ecuatoriano.
Para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las Nacionalidades es necesario consolidar y reafirmar la unidad del Estado Plurinacional para enraizar la democracia, la paz y la libertad se constituirá el nuevo Estado Plurinacional como expresión soberana, independiente y democrática de las Nacionalidades, Pueblos y otros sectores sociales.”[13]
Para entender la Plurinacionalidad es necesario despojarse de ciertos estereotipos sociales, de sentimiento o complejos raciales, es necesario tener la capacidad de visualizar una realidad histórica, cultural, social y económica, diferente en la que no haya explotados o explotadores, dominados y dominadores.
En el año de 1986 se constituye el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik Nuevo País (MUPP NP), una estrategia valida y con resultados importantes en las etapas iniciales, sin embargo en la actualidad se hace muy necesario analizar con mayor detenimiento sobre el rol del MUPP NP, sus resultados y su grado de influencia en la socio organización de los pueblos y nacionalidades indígenas; lo que no se puede negar es que en estos últimos años las organizaciones indígenas se han diversificado progresivamente a igual que los movimiento políticos que representan a los pueblos indígenas, esta diversificación ha conlleva a un debilitamiento.
Por otro lado la visión política de los movimientos indígenas se ha vuelto muy confuso y sufre constantes tergiversaciones en su aplicación, motivados por intereses personales y grupales de personas que intentan hacer de este espacio político su mejor negocio electoral, por lo que es indispensable retornar a los causes políticos y organizativos iniciales, definiendo estrategias que verdaderamente conduzca hacia la construcción de un Estado Plurinacional.
Para concluir debo decir que es fascinante realizar un recorrido por el camino histórico por la que atravesaron los pueblos indígenas, quienes tuvieron que transitar diferentes y complicados espacios socio políticos desde la época del Tawantinsuyu hasta la Republicana, tuvieron que sobrevivir enfrentándose a diferentes tempestades humanas, sociales, políticas y económicas, que casi lograron el aniquilamiento total de los pueblos, pero es emocionante saber el valor y valentía de nuestros pueblos y lideres, para resistir durante tantos siglo, mas aun es satisfactorio evidenciar que la resistencia no fue estática, sino que esa misma resistencia impulso y motivo hacia la revitalización y reconstrucción de nuestras identidades colectivas como pueblos y nacionalidades indígenas, esa resistencia condujo hacia el planteamiento de nuevas propuestas que posibilito logros colectivos importantes para la sociedad, como: la recuperación de nuestras tierras, la recuperación de nuestros derechos a la educación intercultural bilingüe, de los derechos colectivos y reconocimiento del Ecuador multiétnico y pluricultural, y hoy con la misma valerosidad seguimos soñando, proponiendo y trabajando para la construcción de un Estado Plurinacional.
BIBLIOGRAFIA
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1994 Proyecto Político de la Nacionalidades y Pueblos de Ecuador Quito.
Dávalos Pablo (compilador)
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1991 Antropología Política en el Ecuador, perspectiva desde las culturas indígenas, Abya-Yala, Quito
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1993 El Regreso de los Runas, COMUNIDEC, Quito
Trujillo Jorge, Espinosa Simon
1993 Indianistas, Indianofilos, Indigenistas, Entre el enigma y la fascinación: una antología de textos sobre el “problema” indígena ILDIS Abya-Yala, Quito,
Yumbay Mariana
1999 Tesis Doctoral, La Violencia y la situación Jurídica de la Mujer Indígena en las Comunidades Centrales y Noroccidentales de la Provincia de Bolívar, Universidad Central de Ecuador, Quito
Mariana Yumbay
marianayumbay@yahoo.es
REALIDAD DE LOS PUEBLOS INDIGENAS EN EL REINO DEL TAWANTISUYANO.
Quiero empezar revisando de manera general la realidad de los pueblos indígenas en la época del Tawaintisuyu, es decir una realidad que comprende entre los siglos XII hasta mediados del XVI un Estado que se extendía desde la actual Bolivia, Perú, Ecuador, norte de Chile y Argentina hasta el sur de Colombia, en este continente dice Reinaga“ la vida de los pueblos indígenas estaba centralizado en una organización denominada TAWAINTISUYU formado por cuatro regiones Kollasuyu, Chinchasuyu, Antisuyu, y Cuntisuyu, en este nadie se sintió rey de la creación o amo de las plantas, animales, tierras, ni humanos, se adoraba a las fuerzas reales que nos crearon y nos mantienen. Nuestro padre es el Inti (sol) y nuestra mama la Pachamama, nuestro padre sol no tiene su opuesto enemigo en la luna ni en la tierra sino que son sus complementos, es decir todo dependemos de todos, la vida era la unidad armónica, tierra, bosques ríos, peces, rebaños, nubes, todo era comunal de todos en general de nadie en particular, el Tawaintisuyu no conoció personas ni sector viviendo y gozando del trabajo ajeno la acumulación privada fue desconocida e innecesaria. El gobierno del Tawaintisuyu se formaba naturalmente de abajo hacia arriba hasta formar el concejo de ancianos"[1] esta afirmación traslada nuestra imaginación hacia aquellas épocas y nos hace pensar cuan interesante debió ser la estructuración de un Estado denominado Tawaintisuyu, guiados por principios y cosmovisiones de los pueblos de aquella época.
Sin embargo muchos autores no coinciden con varias de estas afirmaciones y sostienen que existían diferencias y preferencias, como por ejemplo la institución social denominada “ayllu” estaban diferenciados por sus diversos tipos de cultivo en función de la ubicación de sus propiedades colectivas, y el que representa a esta institución denominado Kuraka solo tenia la responsabilidad de las acciones políticas y no de los trabajos agrícolas como el resto de los integrantes de los ayllu.
Sin embargo los intelectuales e historiadores no pueden negar la evidencias de una vida mas comunitaria en contraposición al sistema individualista, una relación mas armónica y equilibrada del hombre con la naturaleza en contraposición a una vida en la que el hombre se ha convertido en destructor de la naturaleza, de un sistema de organización social participativa y consensuada a un sistema represivo o democrático representativo, etc.
El sistema de vida y organización de los pueblos del Tawaintisuyu ha generado como dice la investigadora ecuatoriana Iliana Almeida “una gran fascinación sobre los historiadores por su política bien estructurada, la calidad y variedad de sus trabajos artísticos y la originalidad de sus instituciones”[2]. Es evidente que fue un complejo sistema socio-político integrado por diversos pueblos y estructurados en base también a diversas formas de organización económica, social, política, espiritual, etc.
La estructura y las experiencias acumuladas en la época del Tawaintisuyu, tanto en el ámbito cultural, educativo, político, administrativo, económico, socio-organizativo, etc., fueron indispensables para la implementación del Estado Colonial y facilitó el proceso, como dice Galo Ramón “sirvió de base” ya que los “cambios introducidos no se operaron en un territorio vació…ellos debieron partir de los procesos acumulados y contar con las sociedades andinas”[3]
GENESIS DE LA RESISTENCIA Y LA TRANSFORMACION DE LAS IDENTIDADES COLECTIVAS
En 1492 “anocheció al medio día” cuando se produjo la invasión española e inicio el proceso de sometimiento y explotación de los pueblos indígenas en nombre y representación de la Corona Española, apoyada por la Iglesia. También se inicio un proceso de resistencia a través de la aplicación de varias estrategias diseñadas colectivamente por los pueblos indígenas, es decir empezó los 513 años de resistencia indígena una resistencia no estática sino dinámica en la que las movilizaciones, los levantamientos y sublevaciones estuvieron acompañados por propuestas de cambios frente al sistema colonial inhumano.
La “conquista española… estuvo determinada por las necesidades de desarrollo capitalista monopólico específicamente el incipiente capitalismo de la formación social española. Este proceso constituyó la transformación, disolución y readecuación de las estructuras tradicionales dominadas y la constitución de la sociedad colonial”[4] En aquellas épocas la Corona Española atravesaba una fuerte crisis social, política y económica y era indispensable para su sobrevivencia y fortalecimiento, invadir territorios y encontrar nuevos espacios que les permita romper el monopolio de algunos países y proveerse de algunos recursos necesarios, principalmente el oro y la plata.
Para este propósito los españoles diseñaron estrategias y organizaron grupos de aventureros colonizadores, por cierto integrado por personas de antecedentes personales nefastas, para incursionar en la búsqueda del nuevo mundo, y someter al dominio, la explotación y el saqueo de las riquezas.
Lograron su anhelado sueño llegaron a un continente rico en su diversidad cultural, en sus recursos naturales y en su sistema socio-político, en su espiritualidad, pero la ambición de riqueza, especialmente de oro y plata de los españoles impidió valorar la inmensa fortuna socio-cultural y política de los pueblos. Únicamente “La codicia por los tesoros enloqueció a los aventureros españoles y el afán de encontrarlos a cualquier precio, iniciaron la destrucción de nuestros pueblos con el aniquilamiento de la población indígena. Utilizaron los medios de guerra medievales probados en sus largas campañas bélicas, usaban armas poderosas, luchaban cubiertos de acero, montados en bríos caballos”[5]
Sin embargo estas acciones inhumanas de los invasores, no logro amedrentar a los pueblos indígenas; sucedió lo contrario, genero la “reacción de los pueblos ofendidos y se inicio una lucha desigual entre un pueblo entrenado para matar y otro que no concebía la muerte inútil”[6] Además, iniciaron una oposición sistemática, mediante las sublevaciones se demostró una resistencia y rechazo feroz a la presencia de los españoles por parte de los pueblos indígenas de la costa, sierra y oriente, encabezados por los principales lideres y guerreros tales como Rumiñahui, Quizquiz, Calicuchima, Soposopangui, etc, que junto al ejercito Inca lucharon por la defensa de la soberanía y los derechos de los pueblos.
No conformes con la matanza de pueblos enteros y saqueo de las riquezas, los españoles diseñaron nuevos sistemas de eliminación total de los pueblos mediante la implementación de un Estado colonial que logre la desaparición del proceso histórico, que desestructure la organización socio política, se elimine las formas de producción, la religión, los sabéres y practicas en diversos campos, los idiomas, etc.
Este sistema estaba sustentado en varias estructuras institucional denominadas encomienda, mita, obrajes, las reducciones, etc en la que mediante el trabajo inhumano y esclavizado de los indígenas, usufructuaron y saquearon las riquezas, además, como si la mano de obra indígena fuera poco, se impuso el pago de los tributos e impuestos a los amos por parte de los indígenas. ”Los españoles exigieron sistemas de imposición cada vez mayores debido a que cada comunidad debía completar el tributo fijado de antemano, sin tomar en cuenta las muertes, las fugas, las enfermedades”[7] para esto la organización española utilizaron intermediarios indígenas llamados caciques quienes formaban parte de la estrategia del dominio español y cobraban directamente los tributos de los indios y entregaban a los amos españoles, además, los caciques asumieron otras funciones como la de adoctrinamiento de los indios para facilitar el dominio y la explotación.
Los indios eran codiciados por su trabajo pero repudiados, maltratados, humillados y negados de sus derechos como seres humanos, solo esperaban de los indios trabajo y el pago de impuestos y tributos. Esta realidad inhumana obligo, en muchas de las ocasiones a que pueblos enteros huyan hacia las montañas inhóspitas, al suicidio individual y colectivo. Pero otros pueblos asumieron actitudes de sublevación en rechazo al despojo de las tierras, de las riquezas, de las mujeres, al maltrato, al cobro de tributo, a la explotación, etc; frente a esa actitud la respuesta española fue la tortura y asesinato de los indígenas y en especial de los líderes que encabezan el proceso de sublevación y resistencia.
Todo este proceso de explotación y genocidio continuo por aproximadamente tres siglos, después de este periodo se dio paso a un nuevo modelo de explotación y dominio, en la que los españoles realizan el traspaso del poder a los criollos es decir, se crea la Republica del Ecuador como una forma de lograr la independencia de España.
Sin embargo este acontecimiento histórico no cambio en lo mínimo la situación humillante ni mejoraron las condiciones de vida de los pueblos indígenas, continuaron las explotaciones, el despojo de las tierras, los trabajos inhumanos de los indígenas, el pago de los tributos, etc.
En este momento histórico se inicia el reto de la reconstrucción de las identidades colectivas de los pueblos indígenas, a pesar de las condiciones desfavorables para aquel propósito y las pocas posibilidades de éxito frente a un sistema republicano opresor y homogenizante.
PROCESO DE RECONSTRUCION DE LAS IDENTIDADES COLECTIVAS INDIGENAS
Cuando hablo de la reconstrucción de las identidades colectivas me refiero sobre la manera en que los pueblos indígenas iniciamos un proceso de auto identificación, autovaloración y autodeterminación y el reconocimiento también del otro, en este caso la sociedad blanca mestiza, como complemento de un Estado diverso pero unitario, sin embargo en este proceso de reconstrucción de las identidades colectivas la “ sociedad requiere de la existencia del “otro” para su proceso de identificación colectiva en algunas ocasiones ese “otro” tiene un referente concreto (en verdad existe) otras es solamente una invención de la sociedad que lo piensa”[8]
El reto en este proceso de reconstrucción de las identidades colectivas era precisamente avanzar hacia la constitución de un referente concreto de los pueblos indígenas, es decir que el Estado Ecuatoriano sepa y reconozca que existimos “en verdad” no solo en el imaginario colectivo caracterizado como pueblos salvajes, sino como verdaderos pueblos y nacionalidades históricas.
A pesar de la desafiante oposición a las imposiciones políticas y culturales y las autoridades coloniales, la integridad socio-cultural de nuestros pueblos quedo desestructurada y muchos de sus elementos desaparecieron.
Era el momento de no solo resistir y sublevarse, sino desde, una perspectiva de carácter más político, social y cultural complementar, fortalecer y reconstruir la lucha emprendida durante varios siglos, es decir hacer saber a la sociedad ecuatoriana y el mundo que existimos.
Los pueblos indígenas desde la década de los 20, auspiciado por los sindicatos campesinos se fueron estructurándose socio-organizativamente, luego la Federación Ecuatoriana de Indios, la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas. Ya en la década de los cincuenta y sesenta los indígenas asumen la dirigencia y inicia la estructuración de nuevos modelos organizativos con una visión de carácter político para viabilizar las propuestas para la transformación social y que garantice la justicia y equidad, en la que los pueblos indígenas y oprimidos tengamos los espacios de participación en las decisiones.
En la década de los setenta la estrategia organizativa se enfoca hacia la consolidación de los pueblos de la costa, sierra y oriente, en función de los principios, reivindicaciones y problemas propios de cada uno de las regiones y sus pueblos.
En la década de los ochenta se genera todo un debate sobre las identidades de los pueblos indígenas y se reafirma la identidad como pueblos y nacionalidades, además, se constituye la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, este acontecimiento representa la esperanza, la fortaleza y el inicio de otra etapa en la historia de los pueblos indígenas de todas la regiones de nuestro país, ya que su misión fue el fortalecimiento de las identidades de los pueblos para el ejercicio pleno de los derechos individuales y colectivos, y propugnar el desarrollo integral de la sociedad., etc.
No obstante como dice Galo Ramón que “hasta 1975 la reivindicación étnica no había aparecido en el debate político ecuatoriano. Ocultada, silenciada, conjurada para la tranquilidad de los poderes mestizos.
Sin embargo a partir de ello las cosas se pusieron calientes una revitalización étnica sin precedentes rompió el silencio. Comenzó a encontrar las categorías adecuadas para expresar con autonomía, Con fuerza”[9] sin embargo esta afirmación es debatida por otros autores, ya que si bien en el escenario global de la política ecuatoriana no se debatía el tema indígena, los debates y la acciones reivindicativas étnicas se desarrollaban en los niveles locales desde mucho mas antes en que el Partido Socialista apoyara a los campesinos para la estructuración de los sindicatos campesinos, Ya en la década de los veinte Dolores Cacuango una mujer indígena valerosa y luchadora planteaba la implementación de escuelas quichuas para dar educación a los niños indígenas como un mecanismo de reivindicación de la identidad y personalidad indígena.
Las nuevas realidades en las que incursiono los pueblos indígenas no fue fácil de sustentar, genero una serie de ambigüedades y confusiones al interior de los propios pueblos, de las propias organizaciones ya estructuradas, en la practica el fantasma del un sistema de organización campesina y clasista estaba aun presente y no permitía avanzar, e la misma forma lo rezagos de una experiencia inhumana, invadía en la conciencia colectiva un sentimiento de dependencia en el otro e impotencia de lograr los verdaderos cambios.
A pesar de aquello a través de la organización nacional estructurada, en base a las organizaciones regionales, provinciales y comunitarias, liderados por el sacrificio de hombres y mujeres, de manera participativa y consensuada fueron diseñando estrategias que nos posibiliten la revitalización de las identidades colectivas y la construcción de un Estado Plurinacional.
Los logros de este proceso han sido importantes, los pueblos han recuperado el derecho a la tierra, a la educación bilingüe intercultural, a vivir organizados de acuerdo a nuestra forma de hacer organización, a la participación activa en la vida política, a practicar nuestros conocimientos, a comunicarnos en nuestro idioma, a ejercer el derecho a nuestra participación política, etc.
En el año de 1990 en el Ecuador acontece un hecho histórico como es el Levantamiento Indígena Nacional y en el año de 1992 los pueblos de Pastaza realizan la marcha por la Vida, el levantamiento tenia el propósito de exigir 16 puntos estratégicos, pero de estos, el mas importante en términos políticos fue la propuesta de que el Ecuador sea declarado como un Estado Plurinacional y los pueblos del oriente lograron la firma de un acuerdo sobre el derecho a la tierra.
Los logros alcanzados no es suficiente, estos no han solucionado los problemas macros que el Estado tiene que enfrentar y las poblaciones tenemos que soportar; en los momentos actuales somos espectadores y en muchos casos participes del deterioro de la institucionalidad, la imagen y la soberanía del Estado ecuatoriano.
Vemos con tristeza las nuevas estrategias que se diseñan e implementan para el sometimiento de los pueblos a nuevas formas de dominación y explotación y exterminio de las identidades colectivas, principalmente indígenas, han atentado contra las estructuras de nuestras organizaciones históricas, han atentado contra nuestra educación intercultural bilingüe, han atentado contra nuestro proyecto político, y por ello consideramos importante revitalizar nuestras identidades y plantear nuevas propuestas de una transformación del Estado, los pueblos indígenas estamos convencidos de que esto será posible solo cuando suceda una transformación del Estado Monocultural, homogenizador y burgués a un Estado Plurinacional, Plurilingüe, democrático y justo.
EL ESTADO PLURINACIONAL
UNA PROPUESTA QUE SURGE DESDE LA RESISTENCIA INDIGENA PARA LA TRANSFORMACION INTEGRAL DE LA SOCIEDAD ECUATORIANA.
Los pueblos indígenas a partir de la invasión española, empezaron nuevos proceso y retos políticos, económicos, sociales y culturales, desde la posición de indios, bautizados “por un error del discurso y de la historia”[10] fueron avanzando en el proceso de reivindicación política y social, de indio luego se paso a lo campesino de lo campesino a indígena, un concepto que en la conciencia colectiva resultaba menos discriminativo y despectivo, sin embargo lo indígena aun seguía siendo insuficiente para identificar a un pueblo milenario con un cúmulo de experiencias, sabéres, cosmovisiones, idiomas, territorios, normas, principios, etc.
Entonces fue necesario incorporar nuevos conceptos y teorías, y formular un nuevo proyecto político desde la base de lo indio, lo indígena, hacia una realidad colectiva que permita ubicarse de mejor manera en el contexto nacional, es así que los pueblos indígenas se auto identifican y autodeterminan como pueblos y nacionalidades del Ecuador, y, lo mas valioso de este avance es el planteamiento de un proyecto político enfocado hacia la construcción de un Estado Plurinacional. En la actualidad convivimos diversas nacionalidades Indígenas Kichua, Shuar, Achuar, Siona, Secoya, Huaorani, Chachi, Awa, Tsachila, Cofan. Zaparo, Epera, además, de la Afroecuatoriana y la Blanca Mestiza.
Una propuesta colectiva revolucionaria surgida precisamente en base a una experiencia acumulada durante cinco siglos de resistencia al colonialismo y diversas formas de opresión y explotación, una propuesta anticolonialista, antiimperialista, antisegregacionista, que busca cambiar las estructuras del Estado Uninacional Burgués y pretende “garantizar el cumplimiento de nuestros derechos específicos tanto individuales y colectivos, y propugna el desarrollo armónico y equilibrado de toda la sociedad en un marco de paz, justicia, libertad, equidad y democracia”[11]
El avance en este sentido, resulta para los pueblos y nacionalidades indígenas, un logro significativo y una esperanza alentadora, constituye la máxima expresión de la identidad colectiva de los pueblos y nacionalidades que permitiría una convivencia social en igualdad de condiciones entre todos.
Pero también este proyecto político de construcción de un Estado Plurinacional en el Ecuador, produjo en la sociedad ecuatoriana reacciones impresionantes en los intelectuales, en los líderes políticos, es decir en distintos sectores de la sociedad, unos apoyando porque consideraban una alternativa valida para todos los ecuatorianos y otros atacando porque consideraban que se pretendía instaurar Estados paralelos. Se evidencio la posición radicalizada del poder hegemónico ecuatoriano, especialmente la derecha ecuatoriana, quien a través de campañas desleales obstaculizaron la incorporación de este proyecto en la Constitución Política del Estado ecuatoriano.” Aparecieron muy diversas reacciones, todo tipo de interpretaciones, grandes perplejidades, espectaculares deformaciones. En los extremos se situaron dos interpretaciones terriblemente diferenciadas, para unos había la clara certeza de que lo plurinacional era un proyecto separatista Indio… Para los indios, había una tergiversación de su planteamiento, no se consideraban separatistas, sino portadores de un proyecto beneficioso no solo para si mismos sino para el conjunto de las sociedades ecuatorianas”[12]
Para entender mejor el significado de este proyecto político es necesario recurrir a los planteamientos de los actores colectivos del mismo que formularon mediante un proceso participativo, encabezado por la CONAIE, quienes afirman que “La Plurinacionalidad se sustenta en la diversidad real e innegable de la existencia de las nacionalidades y pueblos de Ecuador como entidades económicas políticas y culturales diferenciadas.
La Plurinacionalidad propugna la igualdad, unidad y respeto reciprocidad y solidaridad de todas la nacionalidades y pueblos que conformamos el Ecuador. Reconoce el derecho de las nacionalidades a su territorio, autonomía política- administrativa interna, es decir su propio proceso de desarrollo económico, social, cultural, científico y tecnológico para garantizar el desarrollo de su identidad cultural y política y por ende el desarrollo integral del Estado Plurinacional.
En base a la igualdad, al reconocimiento de los derechos específicos, y a la unidad indisoluble de las Nacionalidades, es que se constituirá y consolidará el verdadero Estado Plurinacional ecuatoriano.
Para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las Nacionalidades es necesario consolidar y reafirmar la unidad del Estado Plurinacional para enraizar la democracia, la paz y la libertad se constituirá el nuevo Estado Plurinacional como expresión soberana, independiente y democrática de las Nacionalidades, Pueblos y otros sectores sociales.”[13]
Para entender la Plurinacionalidad es necesario despojarse de ciertos estereotipos sociales, de sentimiento o complejos raciales, es necesario tener la capacidad de visualizar una realidad histórica, cultural, social y económica, diferente en la que no haya explotados o explotadores, dominados y dominadores.
En el año de 1986 se constituye el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik Nuevo País (MUPP NP), una estrategia valida y con resultados importantes en las etapas iniciales, sin embargo en la actualidad se hace muy necesario analizar con mayor detenimiento sobre el rol del MUPP NP, sus resultados y su grado de influencia en la socio organización de los pueblos y nacionalidades indígenas; lo que no se puede negar es que en estos últimos años las organizaciones indígenas se han diversificado progresivamente a igual que los movimiento políticos que representan a los pueblos indígenas, esta diversificación ha conlleva a un debilitamiento.
Por otro lado la visión política de los movimientos indígenas se ha vuelto muy confuso y sufre constantes tergiversaciones en su aplicación, motivados por intereses personales y grupales de personas que intentan hacer de este espacio político su mejor negocio electoral, por lo que es indispensable retornar a los causes políticos y organizativos iniciales, definiendo estrategias que verdaderamente conduzca hacia la construcción de un Estado Plurinacional.
Para concluir debo decir que es fascinante realizar un recorrido por el camino histórico por la que atravesaron los pueblos indígenas, quienes tuvieron que transitar diferentes y complicados espacios socio políticos desde la época del Tawantinsuyu hasta la Republicana, tuvieron que sobrevivir enfrentándose a diferentes tempestades humanas, sociales, políticas y económicas, que casi lograron el aniquilamiento total de los pueblos, pero es emocionante saber el valor y valentía de nuestros pueblos y lideres, para resistir durante tantos siglo, mas aun es satisfactorio evidenciar que la resistencia no fue estática, sino que esa misma resistencia impulso y motivo hacia la revitalización y reconstrucción de nuestras identidades colectivas como pueblos y nacionalidades indígenas, esa resistencia condujo hacia el planteamiento de nuevas propuestas que posibilito logros colectivos importantes para la sociedad, como: la recuperación de nuestras tierras, la recuperación de nuestros derechos a la educación intercultural bilingüe, de los derechos colectivos y reconocimiento del Ecuador multiétnico y pluricultural, y hoy con la misma valerosidad seguimos soñando, proponiendo y trabajando para la construcción de un Estado Plurinacional.
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marianayumbay@yahoo.es
[1] Reynaga, Ramiro, TAWA INITI SUYU, Editorial CISA Internacional, Lima Perú, 1993 p.p 21,22
[2] Almeida, Ileana, Historia del Pueblo Kechua, Abrapalabra Editores, Quito Ecuador, 1993, p 49
[3] Ramón, Galo, El Regreso de los Runas, Comunidades Fundación Interamericana, Quito, 1993, p 47
[4] Ibarra, Alicia, Los Indígenas y el Estado en el Ecuador, Abya-Yala, Quito 1992 , p 51
[5] CONAIE, Las Nacionalidades Indígenas en el Ecuador, Ediciones Tincui CONAIE, Abya-Yala, Quito 1989, p. 22
[6] Ibíd., p 22
[7] Op cit. Almeida Ileana, p 187
[8] Endara Lourdes, El Marciano de la Esquina, Ediciones Abya-Yala, Quito, 1998, p 15
[9] Ramón Galo. Pueblos Indios Estado y Derecho, Corporación Editora Nacional, Quito 1992, p 9
[10] Dávalos Pablo. Pueblos Indígenas Estado y Democracia, CLACSO, Buenos Aires, 2005 p 22
[11] Opcit, Consejo de Gobierno CONAIE, p 6
[12] Opcit, Ramón Galo, p 10
[13] CONAIE, Proyecto Político de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador, Quito, p.p 10,11
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